jueves, 10 de noviembre de 2011

Capitulo 2 (2/3) Antonio.

Aparco el coche enfrente de casa, si es que se le puede llamar así. Mi hermano está sentado en la puerta, esperándome  helado de frío. Si el cabezón de él no hubiese salido corriendo del supermercado, no hubiese pasado frío, pero como eso ya lo sabe me callo y me dirijo a la puerta. Cuando ve que me estoy acercando, rápidamente se levanta y nos quedamos mirándonos. Apenas lleva una camiseta fina así que seré breve por esta vez.

-¿Tienes algo que decir?
-Yo...-empieza Iván- Lo siento. ¿Puedo entrar en casa?
-Primero deja la compra en casa-digo.

Le tiene que quedar claro que soy yo quien tiene el poder y que no puede ir por ahí haciendo tonterías, soy yo quien ejerce el papel de padre y también, aunque lo haga penosamente, el de madre.
Entró en casa, le preparo una comida rápida a Iván y me tumbo en el sofá.

-¿No quieres cenar?-pregunta.
-No.

En realidad sí que quiero pero no soporto la idea de comer en esa mesa. Cenar nosotros juntos, fingiendo que somos una familia normal, cuando sabemos perfectamente que no lo somos. Yo le preguntaría por el colegio  como hacía mi madre, y por las chicas, como hacía mi padre, el problema es que eso jamás ocurrirá, ahora quedan vacías dos sillas en nuestra cocina.
Mi hermano termina de cenar y después de desearme buenas noches, se mete en la cama. Yo, como todas las noches, me quedo en el sofá, esperando que mañana no me duela la espalda pues e sofá es demasiado duro para dormir, pero no me queda otra opción.

                                                               ***

El portazo, al salir de casa, de mi hermano me despierta. Él ya ha desayunado, se nota por la de cosas sucias que ha dejado, y ahora se marcha andando al colegio. O eso espero, ayer me llamó su tutora, era la tercera vez esta semana que faltaba a clase y si hoy no iba, le expulsaría un día. Intento apartar todos mis problemas con una ducha fría, pero de poco sirve. Últimamente, todo va a peor. Pero necesito despejarme, en el instituto la mayor parte de los alumnos me tienen miedo así que no puedo ir con cara de dormido. Supongo que fue a la edad de Iván cuando empecé a cojer esta mala reputación, bien merecida, por eso no quiero que él haga lo mismo, quiero que por lo menos uno de los dos triunfe en al vida.
Sin desayunar me meto en el coche. Por el trayecto intento buscarlo pero no lo veo, lo más probable es que en cualquier momento del día me llame su profesora confirmándome su expulsión, genial.
Llego al parking del instituto, que como siempre, esta abarrotado de gente. Conduzco hasta la otra esquina, al estar más alejado del instituto apenas aparca gente ahí. Voy a abrir la puerta cuando veo a Noe. La dejo pasar y entonces la abro. Algo choca contra mi puerta y cuando salgo del coche me encuentro a la chica de ayer, Lucía, en el suelo tirada. Se frota el codo y la muñeca. Tendria que ayudarle pero simplemente no me sale:
-¿ Porqué siempre que te veo estas en el suelo?

martes, 1 de noviembre de 2011

Capitulo 2 (1/3) Antonio

-Te he dicho que dejes esa bolsa de chuches ahí- repito por enésima vez a mi hermano.

Estamos montando una escena en el supermercado, justo lo que él quiere. No se porque se a encaprichado por esa estúpida bolsa. Hoy no se la puedo comprar pero ya se lo compraré otro día.

-Antonio quiero esa bolsa- vuelve a decir Iván.
-Tienes 12 años, haz el favor de no hacer el ridículo. Como no sueltes la bolsa ahora mismo....
-¿Qué?-interrumpe mi hermano- ¿Que me vas a hacer? ¿Me vas a dar una paliza como haces con aquellos que te contradicen?

Esto no se lo voy a tolerar, he tenido mucha paciencia, demasiada como para que me venga faltando al respeto.
Me acerco a su lado, le quito la bolsa de las manos y la dejo en su sitio. Es hora de que se vaya enterando de quien tiene el mando entre nosotros, peor él, siempre tan rebelde, coje un puñado de bolsas, las tira al suelo y sale corriendo.

-¡Iván!-le grito, pero no se da la vuelta.

Algún día se encontrará con la persona equivocada, le saldrá esa vena de superioridad y acabará muy mal. La verdad, espero que le pase pronto, no soporto tener que cuidar de un niñato insolente. Reúno las bolsas dispersas por el pasillo mientras la gente me mira descaradamente, me dan ganas de girarme y gritarles a todos pero lo único que conseguiría sería que me echasen del super, por lo que sigo empujando el carrito. Miro atentamente a los lados, buscando a mi hermano pero no lo encuentro por ninguna parte. Soy el único que tiene las llaves de casa así que daré un par de vueltas antes de volver, para que la próxima vez no haga el estúpido.
Voy a la caja, pago todo y, cargado de bolsas, salgo de ahí. Estoy buscando mi coche cuando una chica se choca contra mi, cayendo al suelo y tirándome una bolsa. Me mira intentando descifrar si la ayudaré, pobre de ella, no sabe que Antonio Llues no ayuda a nadie.

-Igual te levantas y recojes  la bolsa que has tirado, ¿no?-digo.
-Igual  me ayudas a levantarme y a recogerla, ¿no?-contesta y no me gusta nada el tono empleado.
-A ver niñata, tu la tiras, tu la recojes, no hay mas complicación.
-Ni en tus mejores sueños- responde con aires de superioridad.

¿A caso hoy es el día mundial de agotar la paciencia de Antonio? Porque a Iván puedo soportarle pero a esta mema que no la he visto en mi vida no.

-No te estaba preguntando-dijo acercando me a ella-así que hazlo.
-Bueno chicos-dice una voz aguda intentando calmar las cosas- relajaros, ya recojo yo la bolsa.

Me fijo en que es Noelia, la chica en silla de ruedas de mi instituto. Esta chica desprende una energía tan positiva que podría calmar al más furioso. Esta haciendo un esfuerzo terrible para alcanzar toda la comida que se ha caído, justo cuando voy a decirle que no hace falta que lo recoja, la chica se agacha y le ayuda. Cuando se levanta para dármela, la miro directamente a los ojos y le digo:

-¿A que no era tan difícil?

Noto que me va a responder o por lo menos a intentarlo porque entonces me giro y me ofrezco a llevar a Noe a su casa, no sería la primera vez, pero ella dice que va a comprar ahora con su nueva amiga. Lucía.

viernes, 14 de octubre de 2011

Capitulo 1 (3/3) Lucia

¿Con 17 años en silla de ruedas? Nadie debería pasar por esto. Cada vez que hay una cuesta o la única opcion de seguir avanzando es subiendo escaleras, la ayudo. Llevamos paseando mas o menos una hora y todavía se me hace raro verla así, tengo la impresión de que en cualquier momento se va a levantar y me va a decir que todo es una broma, pero no es así, ella permanece sentada con esa sonrisa imborrable. Nunca había conocido a alguien que tuviese tantos problemas y que no se diese por vencida.

-¿Porque decidiste mudarte?-pregunta Noe.
-El trabajo de mis padres hace que nos mudemos cada poco tiempo. Trabajan para una señora que es un culo inquieto.

Noe estalla en carcajadas, ya ha notado el poco aprecio que le tengo a Señora Restri.

-Ahí esta la iglesia, suelo ir la mayoría de los días a misa.
-Si te apetece-digo- algún dia te puedo acompañar.

No es que me gusten muchos las iglesias, pero mis padres son creyentes así que tampoco supone un gran esfuerzo asistir a misa, y menos si es para ayudar a Noe.
Volvemos a nuestra interminable calle de casas blancas. Supongo que el paseo se ha terminado pero entonces me coje del brazo y me pregunta si me puedo quedar un rato mas. Yo acepto y me siento en las escaleras que hay enfrente de mi casa. Ella pone su silla enfrente mía y así nos quedamos un rato, en silencio.
Al principio no me doy cuenta pero al mirarle a la cara veo que se a borrado su sonrisa. Quiero preguntarle que le pasa, si necesita algo, si se encuentra mal pero entonces se pone a hablar.

-Ocurrió hace tres años. Debutaba como capitana en aquel partido de fútbol, yo estaba muy ilusionada pues era la mas joven del equipo y por fin podría enseñarles a todas, las coreografías que tenia pensadas. Todo estaba saliendo a la perfección, nuestro equipo ganaba, la grada enloquecía por momentos, y las animadoras lo estábamos haciendo genial-dice con una sonrisa triste que me parte el corazón- Estábamos acabando la coreografía que la antigua capitana había pensado, solo nos quedaba un paso, el mas difícil. Todas me tenían que elevar, unas se ponían encima de otras y en la alto estaba yo. Me subieron y salio a las mil maravillas pero entonces todas empezaron a gritar, yo estaba asustada, no entendía lo que pasaba- empieza a llorar en silencio y no se que hacer- entonces la vi, nadie sabia como peor en medio del partido se había colado una serpiente  era enorme y las animadoras que me sujetaban me soltaron presas del pánico y caí al suelo.
-Es terrible-digo sacando un pañuelo de mi bolsillo y ofreciendoselo.
-Ya no recuerdo nada más, me desperté del hospital y las piernas no reaccionaban. Fue duro, nadie en el instituto me habló al día siguiente y mi miraban como si fuese una extraña, como si hubiese cambiado, como si solo me quisiesen por ser animadora.

<<Lo siento>> es lo único que mi boca me permite decir. Noelia había sufrido mas de lo que yo creía. Esta chica tenia mucho merito. De repente levanta la cabeza y al sonrisa le a vuelto a la cara, ya hora no se distinguir si la esta fingiendo o si de verdad se encuentra bien.

-Pero todo eso es parte del pasado, ahora soy otra chica nueva. Quería que supieses como había terminado así para que no fuese todo tan tenso.
-Gracias.dijo sinceramente.
-Bueno me voy a casa que tengo que preparar los libros, ¿mañana vamos andando al insti?-pregunta.
-Claro.

Una cosa tengo clara, quiero pasar mas tiempo con Noe, conocerla y saber como a conseguido llegar a ser feliz con semejante problema.

jueves, 13 de octubre de 2011

Capitulo 1 (2/3) Lucia

-¡Mama!-grito desde la cama-¡Abre la puerta!

Nadie, y cuando digo nadie, es nadie, tiene tanta energía de par de mañana. Creo haber contado una media de diez portazos por minuto y el récord sigue subiendo por momentos. Mi madre abre la puerta y habla con la madre de mi vecina. Aunque se acaben de conocer mi madre se ríe excesivamente por lo que me tapo los oídos con la almohada en un bago intento de volver a conciliar el sueño.
Cuando se despide y cierra la puerta se lo que viene a continuación y no me gusta nada.

-Lucia, levántate de la cama que has quedado en media hora con la vecina.
-No he quedado con nadie mama-respondo bruscamente.
-Ya, pero yo sí, así que levántate. Te voy preparando el desayuno.

La habitación se queda en silencio y me dan ganas de gritar, mandar al mundo a la mierda. Tengo demasiados problemas como para ponerme una mascara de felicidad con la vecina y hacer como que no pasa nada.
Cojo el primer chándal que encuentro pues todo sigue en cajas y no he sacado mi ropa. Seguramente este manchado pero me da igual, le saludaré a la vecina y volveré a hibernar en mi cama. Bajo las escaleras en zapatillas de casa. Mientras salgo de casa oigo a mi madre gritarme que vuelva que tengo que desayunar y que voy a hacer el ridículo con mis zapatillas de casa de conejos, pero la ignoro.
Voy a la casa de al lado y con pocas ganas toco el timbre. Espero y espero pero nadie abre la puerta, con gran alivio me doy media vuelta pero cuando empiezo a alejarme dela casa una voz aguda me saluda por detrás. << Oh no>> pienso.

-Hola-contesto- Mira no tengo muchas ganas de...

<<De hablar con nadie>> quiero decirle pero al verla las palabras se me esfuman como el viento y me quedo sin habla. Ella me sigue sonriendo aun que yo la mire con esa cara tan extrañada, y yo pensaba que tenia problemas...

-Me llamo Noelia , me he enterado de que vamos a ir a la misma clase. ¿Te apetece dar una vuelta y así nos vamos conociendo?-pregunta mientras su pelo rubio se mueve de un lado a otro con la brisa del viento.
-Claro-digo repentinamente, sonriendo le- ¿Quieres que te ayude?

Viéndola, con esa alegría que desprende aun teniendo ese problema, se me cambia la cara y no es una mascara, es lo siento. Ahora mis problemas parecen tonterías comparados con los de Noelia.

-No tranquila-contesta ella- Se manejar muy bien la silla de ruedas, son muchos años de practica.

domingo, 9 de octubre de 2011

Capitulo 1 (1/3) Lucia.

¿Qué demonios hago yo aquí? Esta no es mi ciudad, no es mi casa, no es mi habitación, esta no soy yo. Como hago cada poco tiempo, tendré que acostumbrarme. Ser la nueva de clase, la chica rara.

-Baja a ayudar a tu madre-grita mi padre.

Lo hago en silencio, se que es una tontería pero es el único modo que encuentro para expresar lo que siento, hace bastante tiempo que las palabras me fallaron. En realidad tampoco se con claridad lo que siento, me alegro de irme del infierno que era mi antiguo instituto pero no quiero empezar en uno nuevo. Como se dice ‘Mejor malo conocido que bueno por conocer’.
Salgo a la calle y veo como el camión de la mudanza esta sacando la última caja de dentro. Me agachó y empiezo a meter todo lo que puedo, soy más bien pequeña así que no tengo mucha fuerza y solo meto las cajas pequeñas.

-Lucía, deja de estar enfadada, sabes perfectamente que no nos mudamos por placer.

Sí se que es una tontería pagar mi enfado con ellos pero ahora mismo no hay nadie mas por aquí. Todo es por culpa de la estupida familia Restri. Los Restri son de las familias más ricas que existen por aquí y para tocar la moral, por que de momento no he encontrado otra explicación, se mudan cada cierto tiempo. Esto no me afectaría sino fuese por el hecho de que se llevan consigo a toda la plantilla de empleados de la casa, mayordomos, sirvientas, jardineros, decoradores, electricistas, todo. Mi madre es sirvienta y mi padre es uno de sus jardineros por lo que siempre les seguimos en sus mudanzas, como perritos falderos, como si no tuviésemos otra opción, como si fuésemos presos sin libertad, sin poder elegir.

-¡Mira Lucia¡- exclama mi madre- Tus libros del nuevo instituto ya han llegado.

Miro a los libros y luego a mi madre, ¿de verdad esto se merece tanta alegría?

-Este instituto va a ser diferente- sí como el anterior y el anterior- La chica que vive en el apartamento de al lado tiene tu edad y va a tu instituto, igual sois compañeras de clase. Algún día podríais quedar juntas, ¿verdad?

Me encojo de hombros, no estoy muy segura de que vaya a encajar en este barrio. Todo es demasiado sofisticado, todos los apartamentos tienen su mini jardín, algunos incluso con fuente, todo esta jodidamente blanco y todos son asquerosamente adinerados. Por mucho que mi madre me quiera engañar sé que somos pobres, por eso nos mudamos con la familia Restri, porque a mis padres no les querrían en otros empleos. Así que no voy a encajar con mi vecina, no voy a encajar en el instituto, lo sé antes de haber visto a mis compañeros.  

jueves, 6 de octubre de 2011

Hello world

Bueno lo primero me llamo Irina, tengo 16 años y desde siempre me a gustado escribir historias. De echo tengo otro blog-historia que se llama angeles-endemoniados.blogpspot.com i uno en el que simplemente pongo frases bonitas que me gustan diezmitodo.blogspot.com

Esta historia 'Mi mundo no es el tuyo' va a ir un poco a la lijera, es decir, escribiré cuando pueda, cuando tenga imaginación , un poto de todo. El argumento en sí tampoco esta echo, de momento va a tratar de una chica Lucia que viene nueva al instituto y un chico Antonio que es de etnia gitana, y el amor, i eso.

También va a tratar temas de adolescencia ya que ella tiene 17 i él 18, drogas, alcohol, amistades, fiestas, rupturas, aceptación de uno mismo, etc. Solo espero que os guste.