¿Qué demonios hago yo aquí? Esta no es mi ciudad, no es mi casa, no es mi habitación, esta no soy yo. Como hago cada poco tiempo, tendré que acostumbrarme. Ser la nueva de clase, la chica rara.
-Baja a ayudar a tu madre-grita mi padre.
Lo hago en silencio, se que es una tontería pero es el único modo que encuentro para expresar lo que siento, hace bastante tiempo que las palabras me fallaron. En realidad tampoco se con claridad lo que siento, me alegro de irme del infierno que era mi antiguo instituto pero no quiero empezar en uno nuevo. Como se dice ‘Mejor malo conocido que bueno por conocer’.
Salgo a la calle y veo como el camión de la mudanza esta sacando la última caja de dentro. Me agachó y empiezo a meter todo lo que puedo, soy más bien pequeña así que no tengo mucha fuerza y solo meto las cajas pequeñas.
-Lucía, deja de estar enfadada, sabes perfectamente que no nos mudamos por placer.
Sí se que es una tontería pagar mi enfado con ellos pero ahora mismo no hay nadie mas por aquí. Todo es por culpa de la estupida familia Restri. Los Restri son de las familias más ricas que existen por aquí y para tocar la moral, por que de momento no he encontrado otra explicación, se mudan cada cierto tiempo. Esto no me afectaría sino fuese por el hecho de que se llevan consigo a toda la plantilla de empleados de la casa, mayordomos, sirvientas, jardineros, decoradores, electricistas, todo. Mi madre es sirvienta y mi padre es uno de sus jardineros por lo que siempre les seguimos en sus mudanzas, como perritos falderos, como si no tuviésemos otra opción, como si fuésemos presos sin libertad, sin poder elegir.
-¡Mira Lucia¡- exclama mi madre- Tus libros del nuevo instituto ya han llegado.
Miro a los libros y luego a mi madre, ¿de verdad esto se merece tanta alegría?
-Este instituto va a ser diferente- sí como el anterior y el anterior- La chica que vive en el apartamento de al lado tiene tu edad y va a tu instituto, igual sois compañeras de clase. Algún día podríais quedar juntas, ¿verdad?
Me encojo de hombros, no estoy muy segura de que vaya a encajar en este barrio. Todo es demasiado sofisticado, todos los apartamentos tienen su mini jardín, algunos incluso con fuente, todo esta jodidamente blanco y todos son asquerosamente adinerados. Por mucho que mi madre me quiera engañar sé que somos pobres, por eso nos mudamos con la familia Restri, porque a mis padres no les querrían en otros empleos. Así que no voy a encajar con mi vecina, no voy a encajar en el instituto, lo sé antes de haber visto a mis compañeros.
hola!!!! como dije,,, ya me pase por tu blog
ResponderEliminarme parece interesante el tema...
espero que la continues...
besoss
Nena es maravilloso por favor sigue escribiendo!!!!!
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